Llevar piedras con uno es una práctica que toda persona que se cuide a sí misma y se quiera, lleva a cabo para mejorar en aquello en lo que es bueno y para atenuar aquello en lo que no lo es tanto. En otras palabras, las piedras nos protegen y nos ayudan a canalizar mejor las energías, tanto aquellas que nos ayudan, como aquellas que nos perjudican. Si has nacido bajo el signo de Leo, a continuación encontrarás las piedras que recomendamos para ti.
Un León Increíblemente Potenciado
Diamante: como no podía ser de otra manera, el león tiene como piedra protectora más importante a la reina de las piedras: estamos hablando del diamante. Esta piedra incrementará en los Leo su capacidad y habilidad de dominar. El león tiene una tendencia natural a ser el que manda en su entorno, tanto en su ámbito de pareja, como de familia e incluso de amistades. Sin embargo, esto no es algo negativo para ellos ni para quienes los rodean, sino que ocurre todo lo contrario.
El dominio los hace personas líderes, que es, en definitiva, lo que son de forma innata. Es así que el diamante les potenciará esta característica que les aumenta la autoestima y, por extraño que parezca, organiza su vida familiar. A su vez, el diamante es una piedra que fomenta la capacidad de brindar amor y felicidad, por lo que se verá doblemente beneficiado, ya que sus seres queridos se sentirán más cerca del leonino, ya que, si bien sentirán su dominio, no dejarán de percibir su amor. Otro beneficio del diamante es que aumenta la energía vital, por lo que protege de forma inimaginable la salud. De este modo, Leo, un signo propenso a enfermedades vinculadas a la depresión, al corazón y sistema circulatorio y a la columna vertebral y a la espalda, sentirán y podrán comprobar que, al portar un diamante cerca del cuerpo, estas enfermedades no se acercarán a ellos o, si ya las padecen, se atenuarán.
El Impensable Equilibrio Llega para Leo
Ámbar: esta piedra tiene la facultad de armonizar el Yin el Yang, un efecto que el Leo será muy beneficioso, puesto que los leones tienden a ser muy extremistas cuando una idea se les cruza por su cabeza. Al mismo tiempo, el ámbar ayuda a desarrollar la parte espiritual de la persona, lo cual le resulta muy bueno a Leo, un signo con grandes tendencias a lo carnal, a los placeres y a los lujos. Si se deciden a confeccionarse un amuleto de ámbar, no sólo los Leo se sentirán más aliviados al desprenderse un poco de su vida intrínsecamente material, sino que también le ocurrirá lo mismo a las personas que viven con ellos, puesto que verán el nacimiento de una nueva persona a su lado. De este modo, Leo comenzará a manifestar un interés por todo aquello relacionado a la divinidad y a lo superior, mostrándose afín a realizar meditaciones que lo ayudarán a reflexionar acerca de la forma en la que hasta ahora se había venido perdiendo de vivir.
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